
No he caído en la cuenta de avisarles que Berlin es una ciudad sumergida. Pero no en un plácido rio, como es el Spree, sino bajo toneladas de tierra. Ciertamente, cuando uno vive en esta ciudad enseguida comprende que su vida transcurrirá, durante una parte considerable del día, bajo tierra. En este sentido los berlineses no son sino implacables hormiguitas que tienen su subsuelo tan excavado que es inexplicable que toda la ciudad no se derrumbe de un momento a otro. En uno de mis frecuentes paseos por la ciudad sumergido he tomado esta foto apresurada, en la que recorro un tunel en el que nunca toca la luz del sol...
Berlin 17 ºC, corto y cierro.
3 comentarios:
encapsulado, por si no lo has leido, te cedo el usufructo de mi frase. a cambio voy a robarte una entrada de esta bitácora para publicarla en Chichimeca, en el apartado de "bioliteratura". a esto se le llama trueque, jeje!
Joer Manolo... eres como el halcón de la ciberliteratura... donde pones el ojo pones la bala. Si abres en tu blog un rincón berlinés te regalo igual un poemita...
Por cierto Manolo, habrás invisibilizado mis palabras porque no veo esa entrada de la que me hablas. De hecho, es que no veo tampoco el apartado "bioliteratura". Qué tristeza, que la posteridad te ignore por anticipado!
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