Estoy harto del manual del viajero galáctico que acompaña esta misión y que control me proporcionó para que lo llevara insertado en un chip subcutáneo. La mayor parte de las veces proporciona información equivocada. Resulta que empezaba a sentirme frustrado porque no entendía una palabra de lo que hablaban los berlineses, ¡y lo que ocurre es que he estado estudiando el idioma equivocado! La lengua materna de los teutones es el... japonés. Les ruego examinen este documento que les adjunto y juzguen por sí mismos. Ea, cuatrocientas horas de inmersión hipnótica y radiaciones alfa en puntos estratégicos del cortex cerebral para nada... espero que la próxima vez me envíen a alguna misión en el Japón, así podré aprender algo de alemán.
Berlin 19 ºC, corto y cierro.
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