lunes, 17 de agosto de 2009

Recibido

Respuesta de la Unidad para la Calidad de Misiones al Informe de Control de Tierra

Se valorarán los aspectos relacionados con las consecuencias de órbitas prolongadas de cara a próximas misiones. No obstante, recordamos que la logística de la misión es de su competencia. En este sentido, no pude decirse que ésta haya sido ejemplar. El sujeto parece haber logrado un grado extremadamente alto de integración en ciertas parcelas de la vida social, así como sorprendentemente corto en algunas otras. Como cosmonauta ha resultado más útil para los fines de nuestra organización encerrado en una cápsula que vagando por las calles de Berlin.

Rogamos valoren estas observaciones.

Unidad para la Calidad de Misiones.

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Archivo cerrado.

Dossier: Operación Berlin09

Informe de la Misión

Informe de Control de Tierra a Unidad para gestión de la Calidad de Misiones

Agosto, 17 de 2009

INCIDENCIAS: El sujeto se ha resistido a continuar con la misión. Lejos de cooperar con los agentes de control de tierra, se atrincheró en su apartamento, de donde hubo que sacarlo prácticamente a rastras. Finalmente se procedió a alojarlo en su lanzadera y en estos momentos retorna a su cápsula de hibernación.

COMENTARIOS ADICIONALES: Se sugiere valorar mejor en el futuro los tiempos medios de estancia en órbita. Es posible que una órbita prolongada en soledad esté socavando la preparación de nuestros agentes. El planeta azul puede ser un lugar muy aburrido contemplado desde arriba. Recomendamos revisar esta cuestión antes de la próxima misión.

Fin de informe.
Control.

jueves, 13 de agosto de 2009

Indicios

Ahí están. Los veo por el rabillo del ojo, con sus trajes negros pasados de moda. Van olisqueando mi rastro por medio Berlin. Me meto en el suburbano, doblo una esquino, atravieso la puerta de un patio trasero y parece que los he perdido, pero siempre acaban apareciendo otra vez. La fecha es dentro de dos días. Sé lo que pretenden: meterme en una estúpida lanzadera y mandarme otra vez a esa jaula de lata en la estratosfera.

Habrá que espabilarse.

lunes, 10 de agosto de 2009

atrapado

Maldita sea. Control empieza a jugar fuerte. Me han cortado el acceso a Internet y denegado los permisos ganados en duros años de trabajo cosmonáutico. Incluso amenazan con retirarme el astrocarnet B1, lo que me impediría conducir naves de gran tonelaje más allá de Beltegeuse. Es el fin de la misión tal y como fue concebida.
Pero no me voy a rendir, no. Aunque tenga que hacer cola con los turistas en el cibercafé, mientras pueda seguiré publicando. ¿Qué pasará dentro de unos días? ¿Retornaré a mi cápsula? ¿Cumpliré con mi deber? Quién sabe. La respuesta debe de estar en algún lugar de esta ciudad caníbal.
Berlin

domingo, 26 de julio de 2009

Proyecto OBNI (IV)

Proyecto Obni
Muestra nº 4.
Lugar de extracción: algún lugar vagamente identificado de Berlin Oeste
Posible función: desconocida


Berlin 22 ºC.

Berlin, ciudad vampírica

¿Había olvidado comentarlo? En esta ciudad se respira vampirismo por los cuatros costaleros. Quise decir costados. Y para quien no quiera creerlo vean los múltiples signos que las distintas hordas de pálidos hemofílicos van dejando pegados por las paredes. Naturalmente, aunque liberado por fin de los absurdos patrones disciplinarios del Control de Tierra, este cosmonauta se ve en el deber de seguir informándoles de lo arriesgado de mi misión de documentación. Para que luego no digan que no están avisados...

Berlin 22 ºC.

sábado, 25 de julio de 2009

Proyecto OBNI (III)

Proyecto OBNI
Muestra nº 3, Lugar de extracción: Stargarder Strasse
Posible función del objeto: Iconos destinados a la retroideología nostálgica


Berlin 19 ºC, no para de llover

viernes, 17 de julio de 2009

Mis experiencias con las nativas...















Bueno, ahora que he salido del armario del cosmonauta reprimido voy a reconocer algo que no aparece en los manuales de antropología exoterrestre: Las nativas también existen. Ciertamente, es difícil integrarse en una sociedad extraña sin formar parte de los juegos de cortejo propios del lugar. Aunque control lo desestime, la mayor parte de los cosmonautas lo hacen con mayor o menor exito. En mi caso, con un éxito nulo, despreciable, infinitesimal: cero patatero, vamos. Porque, admitásmolo, el tópico de la teutona fría como el hielo no tiene nada de tópico; más bien es una realidad palpable. Las berlinesas han respondido a mis intentos de aproximación con gesto adusto, maneras hieráticas y sensualidad enjuta y envarada. Sé que no creen nada de lo que digo. Por eso les adjunto documento gráfico, como siempre. Con lo cálidas que son las venusianas...

viernes, 10 de julio de 2009

Viajando

Por fin puedo proseguir con el relato de mi misión berlinesa. En el interin, Control me había enviado a realizar otras tareas en lugares distantes. Creo que no están muy satisfechos con los resultados de mi misión. Quizás esperaban datos más objetivos sobre las formas de vida berlinesas, y yo no hago más que confundirme con las mismas, así que deben estar pensando que estoy perdiendo mi objetividad labrada después de largos inviernos estratosféricos. Que les den. Estoy harto de ser un cosmonauta sumiso que siempre hace lo que le mandan.

Berlin, 14 ºC. De cuando en cuando hace sol... el tiempo justo para que no te acostumbres.

domingo, 28 de junio de 2009

Regreso

No me van a creer. Ayer mientras limpiaba el polvo de la consola de control manipulé por accidente una de las plancas gravitacionales y -UPS- cuando me quise dar cuenta estaba metido en un agujero de gusano, viajando en dirección a Beltegeuse (¿existe las direcciones cuando uno viaja en el tiempo al mismo tiempo que en el espacio?) o vaya-usted-a-saber. Ahora que caigo, ¿he dicho ayer? A ver, un momento que miro de reojo al calendario. Cáspita! Por los pioneros de la Via láctea y las lluvias de meteroritos!!! Si hace casi 15 días que aparecí por este blog por última vez. Mecachis, es lo que tiene el relativismo, que uno se pasa media vida limpiando. No se preocupen, a partir de ahora la comunicación volverá a ser fluida. Porque, era fluida. O no. ¿O no?
No-Berlin, 32º.

sábado, 6 de junio de 2009

Mensajes

De vuelta del club, no puedo dejar de comentarles uno de esos sucesos misteriosos tan típicamente berlineses. Esta ciudad está llena de mensajes. Códigos extraños. Encargos solapados o llamadas ocultas de quién sabe qué clase de sociedad secreta. Por todos lados encuentra el observador textos aparentemente inocuos, diríase que casuales, que sin embargo deben encerrar algún sentido que sólo los destinatarios alcanzan a comprender. Por ahora no puedo darles muchos más detalles, pero estoy trabajando para descifrar algunos de ellos con la convicción de que me conducirán a alguna trama latente de esta ciudad subterránea. Para que vean que no exagero les aporto una pequeña muestra. Por cierto, ¿qué es un boli bic? A veces creo que he pasado demasiado tiempo en órbita.

Berlin 13 ºC. Corto y cierro.

jueves, 4 de junio de 2009

El club



















Nueva incursión en el mundo del ocio Berlinés. Sin embargo, en esta ocasión el intento ha resultado un fracaso. Me acerqué por lo que aquí llaman "un club", que es el nombre que le dan a los bares que sólo abren de noche. Después de esperar un rato enmedio de la fresquita noche berlinesa en una cola llena de gente más joven que yo, conseguí esquivar a un tipo al que alguna enfermedad poco frecuente había deformado hasta proporcionarle unos biceps del tamaño de un tronco de abedul. Tras éste, otro me recibió cariñosamente, palpándome por todos lados e interesándose por el contenido de mis bolsillos, lo que aquí todo el mundo interpreta como un gesto de confianza (al fin y al cabo, no vas hurgando en los bolsillos de cualquiera). En algún lugar del club debían estar lavando ropa porque cada vez que alguien abría la puerta se escuchaba un ruido muy potente como de lavadora centrifugando, algo así como brrrrrrrrom brrrrooooooom brooooooommm y también un chaka chaka chaka que me resultaba familiar. Lamentablemente, cometí un error de cosmonauta aficionado. Como me dolía un poco la cabeza me acerqué a un berlinés al que vi repartiendo pildoras junto al señor que escoge los discos (aquí conocido como Dillei). Le pedí que compartiera conmigo una aspirina. Al principio me miró con una cara de pocos amigos, pero después partió una por la mitad y me dijo: "paz y amor". No saben que aspirina, amigos. La más potente que he probado nunca. Claro, como las fabrican aquí mismo, en Alemania, deben de ser extraordinarias. Lo cierto es que no puedo contarles nada más porque a partir de ahí no sólo se me borró el dolor de cabeza, sino la vista y la memoria. Sólo recuerdo haber amanecido junto a un cubo de basura oliendo como si me hubiera estado revolcando dentro de un cenicero.

PD: para que se hagan una idea del visitante asiduo de un club, les adjunto prueba gráfica.
Berlin 12 ºC. Corto y cierro.

martes, 2 de junio de 2009

El saludo distante

Pero, es cierto. No sólo de riesgo se vive en Berlin. En esta ciudad, uno puede experimentar estampas cotidianas cargadas de encanto urbano. De tanto en tanto yo también me entrego a las tradiciones que los berlineses saben mantener como ningún otro pueblo en este planeta. En el documento que adjunto a mi informe me ven, tal y como viene siendo habitual, entregado a la tarea de participar activamente de la vida berlinesa. En este caso formando parte de una curiosa costumbre: el saludo distante. Son tan cariñosos los lugareños que al salir a la calle, no contentos con dirigir un amistoso saludo a sus vecinos y allegados, sienten en imperioso arrebato de la solidaridad y comienzan a saludar a todo aquel a quien alcanza la vista. Que la gente esté lejos y haya valla de por medio no son cosas que puedan asustarlos. Observen como se usan los prismáticos y las escaleras para transmitir el saludo aún más lejos. Y luego dicen que la vida moderna es solitaria.

Berlin 24 ºC. Corto y cierro.

lunes, 25 de mayo de 2009

El Chi-rin-gui-to














La misión sigue adelante, terrícolas. Esta vez, entregado hasta las últimas consecuencias a mi dura labor de exploración, me adentré en los peligrosos márgenes del río Spree. Como una especie de Mekong centroeuropeo, el Spree oculta horrores que harían empalidecer al mismísimo coronel Kurz. Sin embargo, también tiene su cara amable. Por favor, presten atención a la foto que adjunto, en la que es posible apreciar una típica construcción berlinesa: el chiringuito.

Efectivamente, esta especie de barraca de madera a pie de playa abunda en esta ciudad. Los chicos y chicas del lugar vienen aquí a entregarse a inocentes juegos románticos y beber refrescos espumosos mientras contemplan el agua, que en estas latitudes tiene ese brillo que sólo el anticongelante y otros deshechos industriales saben darle. He hecho algunas averiguaciones y esto lo inventaron los soldados alemanes que estuvieron destinados en África durante la segunda guerra mundial, al mando del general Rommel, un ilustre chiringuitero que siempre que podía abandonaba el frente para acercarse a la barra. Tanta arena todo el día tenía que servir para estimular la imaginación. Observando detenidamente la actitud del lugareño de la foto, no cuesta mucho explicar porqué perdieron la guerra. Pero es que no se puede estar en todo.

Berlin 24 ºC. Corto y cierro.

sábado, 23 de mayo de 2009

Sigo aquí

Amigos
He completado el proceso de reubicación. Para mejorar mi integración entre los nativos me he mudado al muy elegante, pero también singularmente golfo barrio de Prenzlauer Berg. Por ahora eso es todo. Seguriré informándoles puntualmente de mis progresos.
Berlin, un fresquito de cojones. Corto y cierro.

jueves, 14 de mayo de 2009

Proyecto OBNI (II)

Muestra nº 2
Lugar de extracción: Hackescher Höfe
Posible relación: Carlos (ver entradas antiguas)


Berlín 18 ºC. Corto y cierro.

domingo, 10 de mayo de 2009

Algunos hallazgos (IV): Butoh

A estas alturas ya deben saber que los berlineses son amantes de las danzas tradicionales. Si revisan algunas entradas antiguas de este blog sabrán de qué hablo. Sin embargo, cuando ya creía haberlo visto todo me he enfrentado a un nuevo hallazgo sensacional: el Butoh. Aunque lo he buscado en el diccionario el término no aparece, pero deduzco que es un derivado de "Butter" (mantequilla) y "Tod" (muerto), es decir: buttod=un muerto en manteca (o algo así). La etimologia se explica porque es tradición untarse de alguna materia pringosa antes de efectuarla, con objeto de tener un aspecto cadavérico francamente inquietante (échenle un ojito a la foto que adjunto). Pero vayamos a la danza, que es lo interesante.
Durante un espectáculo de Butoh como el que he tenido ocasión de presenciar, lo fundamental es dar miedo. Para empezar te cobran por lo menos 9 euritos y no te dan ni las gracias. Después se escoge a alguien que tenga alguna patología neuronal que le impida apreciar una dulce melodía, para así asegurarnos una banda sonora aterradora. Seguidamente se escoge un bailarín suficientemente escuálido para dar pena y se le embadurna hasta las pestañas de manteca. A este bailarín sólo se le proporciona un calzoncillo muy pequeño con cierta holgura en las costuras de los flancos, por la que debe escapar parte de la pilosidad inguinal del sujeto. Finalmente se le dan instrucciones para que siga la música con movimientos espasmódicos que incluyen, por ejemplo: contracción pélvica compulsiva, saltos pulguiformes, elongación de las canillas inferiores o elevación peripatética de las axilas. El momento culminante del espectáculo llega cuando, después de un brinco inesperado, al individuo se le escapa por un lado de los calzoncillos parte del paquete escrotal y una generosa masa de vello púbico. Aunque el público disimula su emoción por respeto, se puede ver en sus rostros que un sacrifico corporal tan expresivo les llega muy hondo.

Por cierto: rechazen imitaciones japonesas que son como los transistores, más baratos pero todo vacios por dentro. El auténtico Butoh es un invento Alpino, como las navajas multiusos, Heidi o el coito con la especie lanar.


Berlin 22 ºC. Corto y cierro.

sábado, 9 de mayo de 2009

El arte del camuflaje III














Terrícolas: sigo empeñado en progresar en esto del camuflaje urbano. A pesar de la última decepción, he estudiado con más detalle y rigor la variedad de la vestimenta nativa y he llegado a la conclusión de que ya estoy preparado para ser un auténtico berlinés. Para no volver a meter la pata he preferido prescindir de los consejos de control y hacer una pequeña encuesta entre mis allegados del planeta. Por eso les dejo esta foto, tomada haciendo uso de mis habilidades para las acciones relámpago y el movimiento felino, dentro de una tienda a la que acuden los berlineses a hacer sus compras. Bueno, qué les parece: ¿no es como si fuera vecino de toda la vida de Ángela Merkel?

Berlin, 20 ºC. Corto y cierro

sábado, 2 de mayo de 2009

chapuzas

Amigos, con esto de vivir en Berlin se me están cayendo muchos mitos. Por ejemplo, ese de que los alemanes son gente ordenada y eficiente. Lo que son es unos chapuzas!
Figúrense que medio Berlin parece a medio construir. Para colmo, son especialistas en no terminar lo que empiezan. Por toda la ciudad hay restos de un muro espantoso, probablemente de algún proyecto inmobiliario que nadie se ha molestado en concluir. Así que uno va andando... pongamos por Postdamer Platz, y se encuentra trozos de la dichosa pared por todas partes. Por si eso fuera poco, tampoco es que sean muy civilizados. A los chavales les ha dado por pintarrojear los cascotes con esa cosa horrible que ellos llaman "grafitti" y el ayuntamiento no se molesta en limpiar ni nada. Lo dicho, una vergüenza. Para que vean que el menda no se inventa nada, aquí tienen esta foto como botón de muestra.
Berlín, 26 ºC. Corto y cierro.

viernes, 1 de mayo de 2009

Notas e intrusiones

Hola terrícolas
Toda misión tiene sus puntos altos y bajos y yo me he levantado un poco perezoso. Me he quedado en casa porque hoy celebran una extraña fiesta del folklore berlinés en la que la gente tira piedras y botellas contra la policía y luego se deja detener para que le inviten a comer en comisaría. También celebran el día de los trabajadores, pero consiste en que nadie trabaja. Como todo me ha parecido un poco absurdo he decidido prescindir por hoy de la observación participante. En Berlin hace bastante calor, así que miro todo el montón de ropa de invierno que traje y me pregunto porqué control no me advirtió de estos cambios climáticos...
Pronto me mudaré de emplazamiento. Este ya no es seguro. Aunque espero poder seguir mandando mis pequeñas crónicas con regularidad. Por cierto, tengo que revisar los agujeros de mi sistema de seguridad. Creo que un intruso malintencionado ha colgado la entrada anterior. Puede que algún vulcaniano resentido, o un desviado de alguna de las colonias satélites de Beltegeuse ¿Qué es esa vana debilidad literaria en medio de una misión seria como esta? No volverá a ocurrir. Palabra de cosmonauta!

Berlin, 22 ºC (y subiendo). Corto y cierro.

lunes, 27 de abril de 2009
















En Berlin, los niños devoran sus brazos cuando tienen hambre.
En Berlin, los trenes circulan sobre las cicatrices.
En Berlín, la tierra se humedece al contacto con el sol.
En Berlín, todos se vigilan y el vagabundo se siente arrojado a la libertad.
En Berlín, la noche brilla más que el día.
En Berlin, los museos son reservorios para la barbarie.
En Berlín, el atardecer se ha mudado al este.
En Berlín, la frontera es invisible, pero tiene peso de acero.
En Berlín, sólo una ciudad es real: las demás son añicos de su reflejo.

domingo, 26 de abril de 2009

Problemas linguísticos

Estoy harto del manual del viajero galáctico que acompaña esta misión y que control me proporcionó para que lo llevara insertado en un chip subcutáneo. La mayor parte de las veces proporciona información equivocada. Resulta que empezaba a sentirme frustrado porque no entendía una palabra de lo que hablaban los berlineses, ¡y lo que ocurre es que he estado estudiando el idioma equivocado! La lengua materna de los teutones es el... japonés. Les ruego examinen este documento que les adjunto y juzguen por sí mismos. Ea, cuatrocientas horas de inmersión hipnótica y radiaciones alfa en puntos estratégicos del cortex cerebral para nada... espero que la próxima vez me envíen a alguna misión en el Japón, así podré aprender algo de alemán.



Berlin 19 ºC, corto y cierro.

jueves, 23 de abril de 2009

Alienígena capturado

Como prueba de los peligros de mi misión, que a buen seguro ustedes infravaloran, les dejo la imagen de este peligroso alienígena que paseaba impune por Berlín bajo un logrado disfraz que lo hacía parecer el interventor de una caja de ahorros. Aprovechando que esta especie dispone de tres pares consecutivos de testículos en la nuca, le apliqué la técnica Ho-chi-min de bloqueo glandular propinándole un suave cate en dicha parte. Lo que para el resto de los berlineses fue un gesto amistoso se trataba, en realidad, del arte de la lucha.
Sin embargo, una vez capturado, viendo con qué ojitos me miraba el animal, no he podido evitar sentir cierta empatía. Creo que me tomaré con el bicho una cerveza. Al fin y al cabo, no trabajaba en el sistema financiero, sólo lo parecía, así que no puede ser tan peligroso...

Berlin 11 ºC, corto y cierro.

martes, 21 de abril de 2009

Visión borrosa

Queridos lectores terrestres. Apuesto un penique de la vieja Inglaterra a que todos ustedes pensaron que mi misión era un paseo sin riesgos. Pues bien, hoy voy a demostrarles lo equivocados que estaban. En este oficio uno se enfrenta a peligros del todo inesperados.
Hoy, sin ir más lejos, he tenido que enfrentar una situación que a puesto a prueba mi resistencia. Resulta que me he montado en uno de esos trenes que atraviesan Berlín de parte a parte como si fuera un queso agujereado. Por razones técnicas el tren sufría retraso y era la hora punta, que en alemán se dice así, como suena, Stosszeit, así que el vehículo venía lleno hasta las trancas. Como siempre, me había apostado en una posición estratégica que me permitía observar con rigor entomológico a la población nativa. De repente, empujado por una masa humana que presionaba por entrar, un señor de mediana edad que portaba un maletín negro se ha colocado justo a mi lado, casi tan cerquita que rozábamos nuestras narices. La fatalidad ha querido que, justo aquel día, muy probablemente el señor había degustado una especialidad local compuesta de salchichas porcinas adobadas con salsa picosa al curry, lo que suele venir acompañado de puré de patatas y alguna verdura macerada. No voy a darles detalles de la clase de reacciones electroquímicas que tal mezcla produce, incluso en los estómagos de los nativos. Y he aquí el hecho: tras un bamboleo inesperado del vagón he escuchado el ruido de un leve burbujeo y, un segundo después, he visto como, casi frente a mis narices, las mejillas de este individuo se han abombado sospechosamente para desinflarse después con un sonoro... burrrp.
No me avergüenza confesar que, a pesar de mi entrenamiento, la ofensiva tóxica me ha cogido por sorpresa. En unos instantes me he visto envuelto en una flatulencia de tal agresividad que he empezado a experimentar diversos efectos colaterales como: visión borrosa, distensión involuntaria de las carrilleras anteriores y posteriores, secreción lacrimal incontrolable y pérdida de tensión muscular en muslos y rodillas. Como consecuencia lisérgica he experimentado una alucinación recurrente en que una enorme salchicha me envolvía como una anaconda y amezaba con destriparme como a un ratoncillo.
Casi he saltado en marcha del tren. He tenido que sentarme en un banco durante unos instantes para recuperar el aliento. Quiero decir para recuperar mi aliento, en lugar de ese que me habían prestado.
Recuérdenlo: el peligro acecha en los lugares en los que uno no espera encontrarlo.

Berlin, 11 ºC. Corto y cierro.

lunes, 20 de abril de 2009

Sub-Berlin


No he caído en la cuenta de avisarles que Berlin es una ciudad sumergida. Pero no en un plácido rio, como es el Spree, sino bajo toneladas de tierra. Ciertamente, cuando uno vive en esta ciudad enseguida comprende que su vida transcurrirá, durante una parte considerable del día, bajo tierra. En este sentido los berlineses no son sino implacables hormiguitas que tienen su subsuelo tan excavado que es inexplicable que toda la ciudad no se derrumbe de un momento a otro. En uno de mis frecuentes paseos por la ciudad sumergido he tomado esta foto apresurada, en la que recorro un tunel en el que nunca toca la luz del sol...

Berlin 17 ºC, corto y cierro.

martes, 14 de abril de 2009

Proyecto OBNI

Proyecto OBNI: Objeto Berlinés no Identificado
Muestra nº 1
Lugar: Rosenthaler Strs.
Fecha: 11-04-2009



Berlin, 21 ºC. Corto y cierro

viernes, 10 de abril de 2009

Primavera (II)

¿Será posible, que en la primavera berlinesa árboles y edificios se confundan y tengan el mismo color terroso? Hoy la temperatura es suave pero un viento molesto compensa la nobleza de un sol brillante y cálido. Habrá que acercarse al Spree a ver si los peces ya se han quitado la bufanda...

Berlin 17 ºC. Corto y cierro.

lunes, 6 de abril de 2009

El arte del camuflaje II

Un nuevo intento. Después de mis problemas con la vestimenta he decidido ser más cauteloso. Tras un breve período de observación de las costumbres locales he localizado un grupo de terrihabitantes que muestran signos de orientación parecidos a los míos. Con objeto de confundirme entre ellos he inciado una maniobra de aproximación que ha concluido exitosamente. Después me he enterado que con una congregación religosa que debe su nombre a un conocido teólogo de la llamada reforma protestante (ca. 1500). Aunque no parecen muy prácticantes y llevan una vida de lo más licenciosa, todo el mundo los conoce como E-ras-mus. Rebuscando en la base de datos de la ciberred he encontrado un viejo documento que viene a explicar con detalle el complejo comportamiento de esta especie de terrícolas.


Todo sea por la satisfacción del deber cumplido. Berlín, 16º C. Corto y cierro.

viernes, 3 de abril de 2009

La religión

Estimados amigos del planeta. Lamento que un mensaje dirigido a Control se haya colado en esta crónica. Para compensarlo hoy quiero hablarles de algo muy importante en la vida de las personas: las creencias religiosas. Como saben, se acerca el tiempo de la llamada semana santa. Y a pesar de que en esta ciudad no existen las llamadas procesiones, los berlineses son personas de una arraigada religiosidad y firmes convicciones trascendentes. Como botón de muestra sirva el presente documento que les adjunto (y traduzco, para una mejor comprensión)

*-¿Sin condón?
-Naturalmente, soy un católico riguroso!!!

Error fatal del sistema

Bip
Llamando a control de tierra
Bip
Llamando a control de tierra
Detecto un posible fallo en manómetros y otros instrumentos de precisión. La temperatura en Berlin es de 20 ºC, mientras que en Huelva, punto septentrional del planeta, apenas son 18. Por favor, ruego a control que revisen últimas lecturas. Posible error fatal del sistema.
Bip
Aquí Berlin. Corto y cierro.

jueves, 2 de abril de 2009

Algunos hallazgos (III)

Además de Carlos, hay otros personajes típicos en Berlin. Por ejemplo, el llamado "to-re-ro". Esta es una figura humana, habitualmente masculina, representada vestida de una curiosa forma que nunca pasa desapercibida, basada en un traje lleno de tachuelas doradas. También es frecuente que se le asocie con el Toro, un animal corriente en las vastas praderas del Bajo Rhin, a quien lleva a pastar de vez en cuando y le cariñosos golpecitos en el cogote, mientras se sirve de una larga espada para ahuyentar posibles depredadores.
Además de cuidar del ganado, el torero no parece tener otra función. No obstante, aunque no he podido contrastarlo personalmente, el hecho de que use unos pantaloncillos muy ajustados que resaltan la contundencia de su mimebro viril, siempre escorado hacia un lado u otro de su entrepierna, sugiere algún tipo de función ritual asociada a la fertilidad. Por ejemplo, desflorar a las vírgenes de la tribu para que no tenga que hacerlo un hombre bruto y sin experiencia, o favorecer una cosecha abundante espermatizando los huertos a diestro y siniestro.
Berlin, 16 ºC. Corto y cierro.

La primavera

Amigos y amigas del planeta!
parece que por fin ha llegado la primavera a Berlin. Por las noches no nos helamos y de día se puede pasear sin llevar encima tres capas de ropa de abrigo (con dos ya es suficiente). Lamentablemente, las altas temperaturas provocan efectos extraños en la gente. Por ejemplo, en los parques y en las zonas verdes junto al río Spree la gente se desmaya y se quedan tumbados en la hierba con la barriga al sol durante un buen rato. A veces hasta tienen que tomarse medio litro de cerveza, una extraña bebida amarillenta y espumosa que los alemanes deben haber importado de algún sitio, para recuperarse.
Berlin 10º C. Corto y cierro.

lunes, 30 de marzo de 2009

la demostración III

Por último, los berlineses no descuidan en ningún momento su forma física. Como toda civilización avanzada, suelen incluir en sus fiestas dominicales un exigente programa de ejercicios para preparar la semana y gozar siempre de buena salud, siempre protejidos por un pequeño ejército de fisioterapeutas (aquí vestidos de verde y conocidos como policlínicos o "Polizei") que cuida de ellos si sufren un esguince o se golpean accidentalmente con algún obstáculo...

En este video los vemos en un ejemplo del tipo de carrera ligera que gustan de practicar durante el desarrollo de una demostración dominical.
Berlin 7º C. Corto y cierro.

La demostración II

Igualmente, estas interesantes jornadas dominicales están amenizas con potentes equipos de animación, que recorren las calles tocando una música cuasi-hipnótica que sirve para mover los pies y no notar tanto el frio primaveral ni la inminente llegada del nuevo lunes...


Berlin, 7 ºC. Corto y cierro

La demostración

Estimados terrícolas
Aprovechando que ya llevo exactamente dos semanas entre vosotros quería explicaros qué es lo que hacen los berlineses los domingos. Básicamente, el domingo es un día de regocijo en el que los habitantes de esta ciudad montan lo que llaman una "demostración".
Como podéis observar en la imagen, la demostración dominical es una circunstancia especialmente alegre en la vida de las familias berlinesas, que presas de la emoción, no dudan hasta en subirse a sus monumentos más queridos con unas banderolas para celebrar que por fin, después de una dura semana, es fiesta.
¿No es fantástico?
Berlin, 7º C. Corto y cierro.

viernes, 27 de marzo de 2009

Ya que estamos

Pues sí, ya que estamos con el terrícola nunca-va-todo-bien aprovecho para dedicarle esta otra instantánea de Berlín. Fijaos si está la cosa mal de trabajo por aquí que, a falta de hombres hechos y derechos, tienen que utilizar un muñequito para señalizar unas obras en el metro...

Berlín, 9º C. Corto y cierro.

Borroughs

Un mensaje especial para el terrícola conocido como "nunca-va-todo-bien"





Estimado terrícola, hace sólo dos días tuve ocasión de contemplar este retrato del Sr. Borroughs. Lo tenía delante de mi y como le gusta mucho por alguna razón se me cruzaron los cables y se me ocurrió que si llega alguna vez a los 80 es posible que tenga este aspecto de anciano malicioso...
Era de lo mejor de la exposición, claro: entre ver a este vejete que mira con cara de tener mucha mala leche y los retratitos de otros terrícolas prominentes como Mick Jagger o Meryl Streep es obvio que la comparación sonrojaba un poco.
Saludos al terrícola "nunca-va-todo-bien"
Berlin, 8º C. Corto y cierro

jueves, 26 de marzo de 2009

Algunos hallazgos (II)

Quiero presentaros a una persona cuya presencia es inevitable en Berlin. Se trata de Carlos. No he tenido tiempo de acceder a la base de datos de la enciclopedia vulcaniana, pero enseguida he podido darme cuenta de que Carlos debe de ser alguien muy importante en esta ciudad. A juzgar por las múltiples estatuas, pinturas, referencias etc. que se encuentran en ella. No obstante, a falta de nuevos datos y a la espera de confirmarlo en la computadora yo diría que este Carlos debe de ser:

a) un ídolo deportivo de esos que salen en el telediario
b) un poeta o rapsoda que encandila a las muchachas berlinesas
c) uno de esos jóvenes que cantan muy mal y que en el planeta son conocidos como "raperos" o seguidores del "hip-hop"
d) un anciano de aspecto descuidado afectado de síndrome de diógenes al que los berlineses le han tomado cariño
Seguiré informando sobre este individuo

Berlín, 7º C. Corto y Cierro.

martes, 24 de marzo de 2009

Primavera

Adjunto prueba documental sobre la amable primavera berlinesa.



Berlin, -1 ºC. Corto y cierro.

Schönes Wetter...

Un breve apunte sobre las condiciones meteorológicas en Berlin. Llueve a ratos y corre por la ciudad un fuerte viento que cuando te da en el costado es como una estocada, y si te atreves a abrir el paraguas sencillamente lo hace añicos. Anoche se registraron -4º y hoy la máxima temperatura esta prevista en unos 5º. Dicen que es posible que caiga una nieve ligera, de esa que sólo sirve para ensuciar la calle. Afortunadamente, cuando esto sucede los berlineses se lo toman con buen humor (que no es una cualidad que sobre por aquí) y se saludan unos a otros con un sarcástico... Schönes Wetter, ah?. Qué buen tiempo, ¿no?

Berlin. 3ºC. Corto y Cierro

domingo, 22 de marzo de 2009

Algunos hallazgos

Mi retiro no ha durado mucho. Ayer uno de los contactos enviados por Control a Berlín me citó, mediante un sofisticado mensaje encriptado introducido en una colilla que abandonó junto a mi puerta, para que acudiera a cierto lugar de la noche berlinesa. "Es hora de introducirte es los ambiente más turbios", me dijo. Asi que me preparé para acudir al punto de reunión: un antro en Oranienburguer Str. No puedo dar detalles de lo que allí ocurrió pues pondría en peligro el compromiso de confidencialidad de la misión, pero he aprendido algunas cosas que a buen seguro me servirán para una mejor integración en este lugar del planeta. Por ejemplo, he aquí algunos de mis hallazgos:
a) la bebida típica de los berlines cuando salen a disfrutar del tiempo libre es el "Tequila", un potentísimo destilado elaborado con cierta planta crasa que debe de crecer sólo en las afueras, ya que en los parques del centro no se encuentra.
b) Caso de que ésta no sea del agrado del consumidor, existe otra opción, el "mojito". Un combinado del mejor ron teutón con el jugo de los famosos limones de Brandemburgo y algo de azúcar.
c) Una típica danza alemana: la "salsa". Muy animada y popular, esta danza sirve a los berlineses desde la baja edad media para festejar que el invierno se acaba ya mismo, sobre el 15 de agosto.
d) El himno de todo Berlinés: "bamboleo". Por alguna extraña razón, cuando este tema suena todos salen a la pista de baile, donde se debaten entre convulsiones y otras contracciones violentamente espasmódicas. Probablemente un ejercicio de catársis cuyo origen se remonta al principio de los tiempos.

Berlin, 9 ºC.
Corto y cierro.

viernes, 20 de marzo de 2009

encerrado

Amigos y amigas terrestres. Este fracaso de mi labor de camuflaje me ha dejado tan planchado que por unos momentos he dudado del entrenamiento que recibí en la academia de cosmonautas para afrontar situaciones hostiles. En consecuencia, he sufrido una leve alteración decreciente del impulso vital interno, que es lo que por aquí llaman un chasco. Total, que hoy me he quedado encerrado en casa, entretenido en mirar al cielo y leer alguno de los libros que traje para mi viaje. Todo ello pese a que vuelve a hacer un extraño día soleado en el que, paradójicamente, puede uno morir congelado... No obstante, este breve retiro me ha servido para comprobar lo agradable que resulta la vista desde mi ventana. Para poder compartirla con ustedes aquí se la cuelgo yo también. Siéntanse que se asoman a una ventana en una ciudad que no es la suya; y ya está.

Camuflaje fallido

Maldita sea! No sé qué ha podido fallar. Después de haberme trabajado con tanto esmero mi aspecto he salido a la calle y el resultado no ha sido el esperado. En lugar de pasar desapercibido sólo he conseguido atraer la atención. La gente se volvía a mirarme y alguno que otro se ha despelotado de risa delante de mis narices. ¿Pero no dice la enciclopedia galáctica que Berlin es una ciudad libre donde todo tipo de excentricidades son posibles? No lo entiendo: el mundo terrícola es tan contradictorio. Tendré que volver a empezar de cero. Estos viajes son agotadores, terrícolas, no os los recomiendo...
Corto y cierro

miércoles, 18 de marzo de 2009

El arte del camuflaje

Estimados terrícolas
Como os dije, el mimetismo con la población local estaba siendo un problema. Siguiendo las recomendaciones del manual para la integración del cosmonauta he buscado indicios que me permitan elaborar una imagen representativa de las costumbres locales. Para tal fin he trabajado con imágenes que he encontrado en librerías y carteles por toda la ciudad. Finalmente, ayer encontré, rebuscando en las tiendecillas junto a Zoostation, una imagen que creo que podría resumir la ideosincrasia juvenil en este lugar del planeta.
Por tanto, procedo a vestirme según los modelos representados en la foto que os adjunto. Ahora, lo del pelo va a ser un problema: ya sabés que las normas de tráfico intergaláctico obligan a llevarlo rasurado. Bueno, algo se me ocurrirá, soy un viajero con recursos. Con esto confío en pasar completamente desapercibido. Un prodigio del arte del camuflaje, imprescindible en condiciones hostiles.

Primeras impresiones (II)

Algo insólito: hoy la mañana apreció inesperadamente soleada. Esto no significa nada, en realidad. En esta ciudad es perfectamente probable que en un espacio de unos metros cuadrados haga sol, viento, frio y llueva todo simultáneamente o en secuencias rigurosamente correlativas. Pero es bonito despertarse así, con los rayos del sol entrando por la ventana. Sobre todo si llevas eones flotando en una cáscara de chapa en mitad de la nada. Por cierto, he contactado con Control: parece que estoy llamando demasiado la atención, así que tengo que perfeccionar mis patrones de mimetismo. Me han aconsejado adoptar la vestimenta de un joven urbanita, así que ese será mi próximo objetivo.
Auf wiedersehen, terrícolas!

lunes, 16 de marzo de 2009

Comida

Un nuevo descubrimiento desagradable. Mi programación vital tiene otros fallos. Tal y como leí en el ordenador mientras todavía estaba en órbita la comida alemana se basa en el procesamiento de residuos cárnicos con formas fusiformes o cilíndricas (salchichas) y la verdura potencialmente gasificante macerada (col). Por ello elegí una programación cromática para mi paladar basada en estos gustos. Sin embargo, al procurarme alimentos, he descubierto que los berlineses recurren a otra clase de nutrientes que parecen ser bastante populares. Además, a juzgar por la información iconográfica del envase (adjunto imagen tomada a hurtadillas) dichos alimentos se consumen haciendo uso de bonitos trajes regionales, por lo que descarto que su consumo no vaya asociado a alguna clase de misterioso rito comunal. Por ahora desconozco más detalles, pero seguiré informando.
Aquí Berlin. Corto y cierro.

Primeras impresiones (I)

Todo en orden. He confirmado el lugar de aterrizaje y recibido el primer mensaje de Control, en el que se me ruega quede a la espera de nuevas instrucciones.
Como antes de descender me sometí a un programa de preparación subhipnótica en la nave, me he recuperado relativamente pronto de la confusión del aterrizaje y esta misma mañana he podido realizar una exploración aleatoria del entorno.
Las condiciones atmosféricas no eran extremas, aunque lloviznaba y la temperatura no superaba los 8 grados. De repente me he dado cuenta de que llevaba muchos meses sin experimentar la sensación de la lluvia y me ha parecido gratificante. Estimulado por este pequeño descubrimiento he avanzado más allá del punto de inserción y he explorado también los límites de mi barrio, en un lugar central de lo que los berlineses llaman Mitte. Como aquí no tengo a mano mis verduras hidropónicas ni mis guisitos liofilizados, mi primera prioridad ha sido procurarme alimentos. Con este fin he entrado en un supermercado. Al principio me he sentido un poco mareado por la abrumadora gama de posibles productos, todos ellos con etiquetas de colorines y palabras brillantes que no entiendo. Mi comida en la cápsula sólo tiene la etiqueta gris y naranja de Control, así quie no estoy acostumbrado. De pronto, me he dado cuenta con disgusto de que la programación lingüística subcortical a la que me sometí ha sido un completo fracaso. Las palabras me resultan desconocidas y los sonidos son extraños. Debo haber escogido un patrón subcortical erróneo: aleman medieval o dialectología alsaciana, quizás, porque no entiendo nada. Esto me ha puesto un poco nervioso y me hace sentir como si estuviera desnudo delante de la gente. Por ejemplo: una anciana se me ha acercado y, con un bote de algo rojo en la mano (¿remolacha? ¿salsa para pasta? ¿Quetchup?) ha dicho algo que ha sonado así: sustackdafmittel bert ij cornlish u ya ya dasduferxxtauern. Así que yo me he limitado a sonreir y salir corriendo discretamente hacia los productos lácteos. Luego lo he pensado y esto tanto podría haber significado: ¿es una vergüenza que la mermelada de ciruela esté tan cara, a que si? Pero también podría ser: maldito intruso, tienes toda la cara de estar aquí de paso, y además te estás llevando los últimos linguini!
Bueno, ahora voy a intentar conectar con Control. Corto y cierro

domingo, 15 de marzo de 2009

Aterrizaje! Aterrizaje!

Cuesta creerlo, pero Berlín se ha hecho realidad.
Hoy, en la hora prevista, he recorrido los últimos metros hasta la cápsula de descenso pensando en las rutinas que dejo atrás, en mi camarote, la sala de control o el jardin hidropónico. ¿Quién estará allí en mi lugar? Después la activación de la cuenta atrás ha hecho que cualquier pensamiento superfluo se esfumara. En unos segundos una mano invisible me ha empujado contra el asiento y he visto desvanecerse el universo a mi alrededor, mientras la tierra se hacía más y más grande...
Ahora he aterrizado, pero no puedo ofrecer más detalles. Estoy aturdido por el descenso. Volveré a comunicarme tan pronto me sea posible; tan pronto haya asumido que he perdido mi condición estratosférica para volver a ser alguien que camina entre vosotros.
En alguna avenida berlinesa.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Sabiduría


domingo, 22 de febrero de 2009

La normalidad

Después de algunas jornadas de caos interior y turbulencias exteriores parece que un equilibrio ingrávido empieza a restablecerse en la cápsula. Como siempre, cuando las paredes de esta lata parecen convarse bajo la presión he recurrido a las pequeñas tareas de mantenimiento para ensimismarme lo suficiente como para capear el temporal. Otra cosa que he hecho es leer. Aquí el tiempo existe de una manera diferente, claro. Noche y día se confunden y en muchas ocasiones me siento en el catre de mi camarote sin saber muy bien qué hora es. Entonces tomo uno de los libros que traje para el viaje y empiezo a leer hasta que el sueño me derrota. Hoy, después de varias horas de trabajo, me he tumbado con ese propósito. Antes de que me diera cuenta me había quedado dormido con el dichoso libro sobre el pecho: una recopilación de poemas de José Antonio Muñoz Rojas, alguien que no sé qué hará ahora, en la tierra, mientras escribo estas líneas. Puede que se encienda una pipa, o coma un sandwich o bostece como yo. Me da igual. Cuando he despertado el libro estaba abierto por una de sus últimas páginas y justo frente a mis ojos flotaban estas palabras:
No estar aquí
ni en parte alguna
es condición del hombre,
carne propia

Y me he dado cuenta de que no hace falta vagar en órbita para sentir que lo importante está lejos, que somos extraños a nosotros mismos y a la vida que nos rodea... benditos los libros, porque enmedio de mi útero de acero galvanizado son lo único que tiene sentido.

Que descanséis terrícolas

sábado, 14 de febrero de 2009

aurora

Sin embargo, el universo te sorprende cada día con algo nuevo.
Cuando todo parece parte de una monotonía de negrura infinita, sólo atravesada de cuando en cuando por el brillo filiforme de la luz muerta procedente de alguna estrella lejana, de ese vacío surge algo bello. Hoy contemplé esta aurora magnética que, como la flor de un día que crece tras una lluvia ocasional en el desierto, apenás duró lo justo para embaucarme con su belleza. Conseguí tomar una breve instantánea de colores desvaídos que parecen jugar a resbalar sobre el casco de la nave.

Espero que su contemplación os sea tan placentera como a mí, a vosotros que siempre tenéis algo más importante qué hacer.

domingo, 8 de febrero de 2009

Solaris

Mañana soleada. El sol ha empezado a cortejar el horizonte justo cuando tomaba mi desayuno , apareciendo como una gran explosión que desbordaba las fronteras de un planeta sombrío y aparentemente aletargado. Normalmente cierro escotillas y despliego paneles de densidad para que la radiación no vuelva loco los instrumentos o fría mi ARN. Pero hoy no. Estos últimos días mi órbita ha estado teñida de una oscuridad casi completa que la vaga luz iridescente de cabina apenas podía traspasar sin parecer un enano flaco enfrentándose a un gigante mutante. Me sentía incapaz de hacer nada más que las rutinarias tareas de mantenimiento. De pronto, me asustaba la posibilidad del descenso, para el que quedan apenas cinco o seis semanas. Por eso, cuando he visto esa luz granulada que barría cada centímetro de esta jaula de titanio y acero, peligrosa y estimulante a un tiempo, he aprovechado una ventana de segundos que me da el lapso de respuesta de la computadora de a bordo para contemplarla de frente. Sin lentes. Sin traje de protección. En cuanto esos rayos, espesos como la mantequilla, me han tocado, he sentido arder la piel. A mi alrededor la temperatura subía y he empezado a sudar, todavía con la taza de café soluble en la mano. Entonces ha sonado una alarma y la nave ha rotado lo suficiente para evitar la fusta de ese sol mortal. De nuevo, todo está lleno de una sombra iluminada suficiente para ver; decepcionante porque no brillan los objetos ni se calientan las entrañas. Y en medio de todo, vuestro cosmonauta parecía una figura sobreexpuesta intentando darle esquinazo al desaliento.

jueves, 29 de enero de 2009

Yo también me quedé mudo...

Siento no poder escribir. Últimamente esta nave es un desastre: tengo vías de agua y virus estelares que se me cuelan por las fisuras del fuselaje. Y la misión descenso en Berlín a punto de comenzar! Ay Dios, me volveré loco y empezaré a aporrear las paredes de la cápsula con mi cabeza... Mientras tanto: más cosas de niños

miércoles, 7 de enero de 2009

Amores del nuevo año

Pues eso. Luego dicen que la gente ha dejado de creer en el matrimonio. Seguid el caminito de baldosas amarillas...
http://www.dw-world.de/dw/article/0,,3927882,00.html