viernes, 1 de mayo de 2009

Notas e intrusiones

Hola terrícolas
Toda misión tiene sus puntos altos y bajos y yo me he levantado un poco perezoso. Me he quedado en casa porque hoy celebran una extraña fiesta del folklore berlinés en la que la gente tira piedras y botellas contra la policía y luego se deja detener para que le inviten a comer en comisaría. También celebran el día de los trabajadores, pero consiste en que nadie trabaja. Como todo me ha parecido un poco absurdo he decidido prescindir por hoy de la observación participante. En Berlin hace bastante calor, así que miro todo el montón de ropa de invierno que traje y me pregunto porqué control no me advirtió de estos cambios climáticos...
Pronto me mudaré de emplazamiento. Este ya no es seguro. Aunque espero poder seguir mandando mis pequeñas crónicas con regularidad. Por cierto, tengo que revisar los agujeros de mi sistema de seguridad. Creo que un intruso malintencionado ha colgado la entrada anterior. Puede que algún vulcaniano resentido, o un desviado de alguna de las colonias satélites de Beltegeuse ¿Qué es esa vana debilidad literaria en medio de una misión seria como esta? No volverá a ocurrir. Palabra de cosmonauta!

Berlin, 22 ºC (y subiendo). Corto y cierro.

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