lunes, 9 de junio de 2008

Ese cohete

Va por delante que sé que no me habéis creído ni por un instante cuando he afirmado que con un simple teléfono móvil pueden tomarse instantáneas asombrosas. Pues aquí está la prueba, botarates. Para quien no lo sepa, eso que se ve en la imagen es el cementerio de San Fernando, en Sevilla, que es donde van a parar los sevillanos cuando la parca viene a hacerles la liquidación del IVA. Y yo he conseguido, con una lente de risa, fotografiar esa estela meteórica que no es sino el buenazo de mi abuelo mientras era propulsado desde los rigores insustanciales que disponen los mortales para quitarse el miedo a la muerte, a las más altas estratosferas de la gloria y el recuerdo. Así voy a recordarle: impulsado en mitad del cielo, viajando a toda leche hacia ninguna parte, inmortalizado en un cacharrito que ya tienen todos los niños por la comunión. ¿Quién dice que esto no es la misma revolución? Fotografiémonos todo el rato, unos a otros, vamos a impresionar al resto del mundo con una larga lista de unos y ceros, vamos a dejar boquiabiertos a tantos incrédulos. Espero que no os pongáis a tiro, porque con mis lentes de aumento y mi gran angular desde mi cápsula puedo verlo... todo.

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