lunes, 10 de agosto de 2009

atrapado

Maldita sea. Control empieza a jugar fuerte. Me han cortado el acceso a Internet y denegado los permisos ganados en duros años de trabajo cosmonáutico. Incluso amenazan con retirarme el astrocarnet B1, lo que me impediría conducir naves de gran tonelaje más allá de Beltegeuse. Es el fin de la misión tal y como fue concebida.
Pero no me voy a rendir, no. Aunque tenga que hacer cola con los turistas en el cibercafé, mientras pueda seguiré publicando. ¿Qué pasará dentro de unos días? ¿Retornaré a mi cápsula? ¿Cumpliré con mi deber? Quién sabe. La respuesta debe de estar en algún lugar de esta ciudad caníbal.
Berlin

1 comentario:

Manuel G. Mairena dijo...

ánimo encapsulado, estamos contigo!!!