Ay terrícolas, miren que se lo advertí y el que advierte no es traidor ni madruga para que amanezca más temprano. Pues sí, aquello de la perfopoesía era algo alienígena y malvado. ¿Saben de esas invasiones de ultracuerpos, que son secretas y nadie se va enterando pero poquito a poquito se van apoderando de un planeta entero? Pues éstos deben de ser la avanzadilla de una extraña civilización extrasolar. Desde luego yo estuve allí (no como otros/as, que no se dignaron a secundar la convocatoria) para verlo con mis propios ojos.
Todo comenzó con un extraño ritual en el que los dos marcianos comenzaron a hacer contorsiones imposibles para un cuerpo humano (se ve que tienen un par de vértebras de más como resultado adaptativo a Dios sabe qué clase de atmósfera y gravedad). A éstas siguieron retorcidos ejercicios de adoración a dedidades poéticas ocultas. Adjunto documento gráfico:
Muy pronto todo el mundo miraba hipnótico aquel espectáculo bizarro. Se ve que es parte del plan, captar nuestra atención para eliminar después a la raza terrestre. Vean cómo, en medio de una iluminación cenital que resalta lo siniestro de sus intenciones, uno de ellos levanta un estandarte mientras el otro degusta cierto producto neurotóxico recostado en su poltrona, a modo de Baal o Dios destructor. Vuelvo a adjuntar documento gráfico
Finalmente, en posición de ataque, y jugándome de nuevo el tipo en otro documento gráfico, les enseño como uno amenazaba al otro con una rosa llena de espinas. Un arma letal!
Lo siento, amigos. Asustado, tuve que dejar el lugar antes de caer yo mismo bajo el yugo de estos alienígenas. Sin embargo, mucha gente quedó allí, ensimismada, observándoles. Me pregunto: ¿Qué habrá sido de ellos? ¿Los habrán convertido?
¿Andarán ya entre nosotros?
Glups!
viernes, 1 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
a este par se le va la olla Iván
Publicar un comentario