Maldita sea! No sé qué ha podido fallar. Después de haberme trabajado con tanto esmero mi aspecto he salido a la calle y el resultado no ha sido el esperado. En lugar de pasar desapercibido sólo he conseguido atraer la atención. La gente se volvía a mirarme y alguno que otro se ha despelotado de risa delante de mis narices. ¿Pero no dice la enciclopedia galáctica que Berlin es una ciudad libre donde todo tipo de excentricidades son posibles? No lo entiendo: el mundo terrícola es tan contradictorio. Tendré que volver a empezar de cero. Estos viajes son agotadores, terrícolas, no os los recomiendo...
Corto y cierro
viernes, 20 de marzo de 2009
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