lunes, 27 de abril de 2009
















En Berlin, los niños devoran sus brazos cuando tienen hambre.
En Berlin, los trenes circulan sobre las cicatrices.
En Berlín, la tierra se humedece al contacto con el sol.
En Berlín, todos se vigilan y el vagabundo se siente arrojado a la libertad.
En Berlín, la noche brilla más que el día.
En Berlin, los museos son reservorios para la barbarie.
En Berlín, el atardecer se ha mudado al este.
En Berlín, la frontera es invisible, pero tiene peso de acero.
En Berlín, sólo una ciudad es real: las demás son añicos de su reflejo.

domingo, 26 de abril de 2009

Problemas linguísticos

Estoy harto del manual del viajero galáctico que acompaña esta misión y que control me proporcionó para que lo llevara insertado en un chip subcutáneo. La mayor parte de las veces proporciona información equivocada. Resulta que empezaba a sentirme frustrado porque no entendía una palabra de lo que hablaban los berlineses, ¡y lo que ocurre es que he estado estudiando el idioma equivocado! La lengua materna de los teutones es el... japonés. Les ruego examinen este documento que les adjunto y juzguen por sí mismos. Ea, cuatrocientas horas de inmersión hipnótica y radiaciones alfa en puntos estratégicos del cortex cerebral para nada... espero que la próxima vez me envíen a alguna misión en el Japón, así podré aprender algo de alemán.



Berlin 19 ºC, corto y cierro.

jueves, 23 de abril de 2009

Alienígena capturado

Como prueba de los peligros de mi misión, que a buen seguro ustedes infravaloran, les dejo la imagen de este peligroso alienígena que paseaba impune por Berlín bajo un logrado disfraz que lo hacía parecer el interventor de una caja de ahorros. Aprovechando que esta especie dispone de tres pares consecutivos de testículos en la nuca, le apliqué la técnica Ho-chi-min de bloqueo glandular propinándole un suave cate en dicha parte. Lo que para el resto de los berlineses fue un gesto amistoso se trataba, en realidad, del arte de la lucha.
Sin embargo, una vez capturado, viendo con qué ojitos me miraba el animal, no he podido evitar sentir cierta empatía. Creo que me tomaré con el bicho una cerveza. Al fin y al cabo, no trabajaba en el sistema financiero, sólo lo parecía, así que no puede ser tan peligroso...

Berlin 11 ºC, corto y cierro.

martes, 21 de abril de 2009

Visión borrosa

Queridos lectores terrestres. Apuesto un penique de la vieja Inglaterra a que todos ustedes pensaron que mi misión era un paseo sin riesgos. Pues bien, hoy voy a demostrarles lo equivocados que estaban. En este oficio uno se enfrenta a peligros del todo inesperados.
Hoy, sin ir más lejos, he tenido que enfrentar una situación que a puesto a prueba mi resistencia. Resulta que me he montado en uno de esos trenes que atraviesan Berlín de parte a parte como si fuera un queso agujereado. Por razones técnicas el tren sufría retraso y era la hora punta, que en alemán se dice así, como suena, Stosszeit, así que el vehículo venía lleno hasta las trancas. Como siempre, me había apostado en una posición estratégica que me permitía observar con rigor entomológico a la población nativa. De repente, empujado por una masa humana que presionaba por entrar, un señor de mediana edad que portaba un maletín negro se ha colocado justo a mi lado, casi tan cerquita que rozábamos nuestras narices. La fatalidad ha querido que, justo aquel día, muy probablemente el señor había degustado una especialidad local compuesta de salchichas porcinas adobadas con salsa picosa al curry, lo que suele venir acompañado de puré de patatas y alguna verdura macerada. No voy a darles detalles de la clase de reacciones electroquímicas que tal mezcla produce, incluso en los estómagos de los nativos. Y he aquí el hecho: tras un bamboleo inesperado del vagón he escuchado el ruido de un leve burbujeo y, un segundo después, he visto como, casi frente a mis narices, las mejillas de este individuo se han abombado sospechosamente para desinflarse después con un sonoro... burrrp.
No me avergüenza confesar que, a pesar de mi entrenamiento, la ofensiva tóxica me ha cogido por sorpresa. En unos instantes me he visto envuelto en una flatulencia de tal agresividad que he empezado a experimentar diversos efectos colaterales como: visión borrosa, distensión involuntaria de las carrilleras anteriores y posteriores, secreción lacrimal incontrolable y pérdida de tensión muscular en muslos y rodillas. Como consecuencia lisérgica he experimentado una alucinación recurrente en que una enorme salchicha me envolvía como una anaconda y amezaba con destriparme como a un ratoncillo.
Casi he saltado en marcha del tren. He tenido que sentarme en un banco durante unos instantes para recuperar el aliento. Quiero decir para recuperar mi aliento, en lugar de ese que me habían prestado.
Recuérdenlo: el peligro acecha en los lugares en los que uno no espera encontrarlo.

Berlin, 11 ºC. Corto y cierro.

lunes, 20 de abril de 2009

Sub-Berlin


No he caído en la cuenta de avisarles que Berlin es una ciudad sumergida. Pero no en un plácido rio, como es el Spree, sino bajo toneladas de tierra. Ciertamente, cuando uno vive en esta ciudad enseguida comprende que su vida transcurrirá, durante una parte considerable del día, bajo tierra. En este sentido los berlineses no son sino implacables hormiguitas que tienen su subsuelo tan excavado que es inexplicable que toda la ciudad no se derrumbe de un momento a otro. En uno de mis frecuentes paseos por la ciudad sumergido he tomado esta foto apresurada, en la que recorro un tunel en el que nunca toca la luz del sol...

Berlin 17 ºC, corto y cierro.

martes, 14 de abril de 2009

Proyecto OBNI

Proyecto OBNI: Objeto Berlinés no Identificado
Muestra nº 1
Lugar: Rosenthaler Strs.
Fecha: 11-04-2009



Berlin, 21 ºC. Corto y cierro

viernes, 10 de abril de 2009

Primavera (II)

¿Será posible, que en la primavera berlinesa árboles y edificios se confundan y tengan el mismo color terroso? Hoy la temperatura es suave pero un viento molesto compensa la nobleza de un sol brillante y cálido. Habrá que acercarse al Spree a ver si los peces ya se han quitado la bufanda...

Berlin 17 ºC. Corto y cierro.

lunes, 6 de abril de 2009

El arte del camuflaje II

Un nuevo intento. Después de mis problemas con la vestimenta he decidido ser más cauteloso. Tras un breve período de observación de las costumbres locales he localizado un grupo de terrihabitantes que muestran signos de orientación parecidos a los míos. Con objeto de confundirme entre ellos he inciado una maniobra de aproximación que ha concluido exitosamente. Después me he enterado que con una congregación religosa que debe su nombre a un conocido teólogo de la llamada reforma protestante (ca. 1500). Aunque no parecen muy prácticantes y llevan una vida de lo más licenciosa, todo el mundo los conoce como E-ras-mus. Rebuscando en la base de datos de la ciberred he encontrado un viejo documento que viene a explicar con detalle el complejo comportamiento de esta especie de terrícolas.


Todo sea por la satisfacción del deber cumplido. Berlín, 16º C. Corto y cierro.

viernes, 3 de abril de 2009

La religión

Estimados amigos del planeta. Lamento que un mensaje dirigido a Control se haya colado en esta crónica. Para compensarlo hoy quiero hablarles de algo muy importante en la vida de las personas: las creencias religiosas. Como saben, se acerca el tiempo de la llamada semana santa. Y a pesar de que en esta ciudad no existen las llamadas procesiones, los berlineses son personas de una arraigada religiosidad y firmes convicciones trascendentes. Como botón de muestra sirva el presente documento que les adjunto (y traduzco, para una mejor comprensión)

*-¿Sin condón?
-Naturalmente, soy un católico riguroso!!!

Error fatal del sistema

Bip
Llamando a control de tierra
Bip
Llamando a control de tierra
Detecto un posible fallo en manómetros y otros instrumentos de precisión. La temperatura en Berlin es de 20 ºC, mientras que en Huelva, punto septentrional del planeta, apenas son 18. Por favor, ruego a control que revisen últimas lecturas. Posible error fatal del sistema.
Bip
Aquí Berlin. Corto y cierro.

jueves, 2 de abril de 2009

Algunos hallazgos (III)

Además de Carlos, hay otros personajes típicos en Berlin. Por ejemplo, el llamado "to-re-ro". Esta es una figura humana, habitualmente masculina, representada vestida de una curiosa forma que nunca pasa desapercibida, basada en un traje lleno de tachuelas doradas. También es frecuente que se le asocie con el Toro, un animal corriente en las vastas praderas del Bajo Rhin, a quien lleva a pastar de vez en cuando y le cariñosos golpecitos en el cogote, mientras se sirve de una larga espada para ahuyentar posibles depredadores.
Además de cuidar del ganado, el torero no parece tener otra función. No obstante, aunque no he podido contrastarlo personalmente, el hecho de que use unos pantaloncillos muy ajustados que resaltan la contundencia de su mimebro viril, siempre escorado hacia un lado u otro de su entrepierna, sugiere algún tipo de función ritual asociada a la fertilidad. Por ejemplo, desflorar a las vírgenes de la tribu para que no tenga que hacerlo un hombre bruto y sin experiencia, o favorecer una cosecha abundante espermatizando los huertos a diestro y siniestro.
Berlin, 16 ºC. Corto y cierro.

La primavera

Amigos y amigas del planeta!
parece que por fin ha llegado la primavera a Berlin. Por las noches no nos helamos y de día se puede pasear sin llevar encima tres capas de ropa de abrigo (con dos ya es suficiente). Lamentablemente, las altas temperaturas provocan efectos extraños en la gente. Por ejemplo, en los parques y en las zonas verdes junto al río Spree la gente se desmaya y se quedan tumbados en la hierba con la barriga al sol durante un buen rato. A veces hasta tienen que tomarse medio litro de cerveza, una extraña bebida amarillenta y espumosa que los alemanes deben haber importado de algún sitio, para recuperarse.
Berlin 10º C. Corto y cierro.